Intervención del diputado Edgar Inzunza Ballesteros, coordinador del Grupo Legislativo del Partido Morena

En junio de 2024, Querétaro decidió que diez de los quince distritos locales que conforman el estado, fueran representados por Morena y sus aliados.

Nos encontramos en unidad, el pueblo nos dio su confianza para actuar sin robar, sin mentir y sin traicionar los principios de la transformación, enarbolados por nuestro expresidente López Obrador y continuados por nuestra presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.

Nuestra estadística es más que digna de esa representación, hemos presentado más de 80 iniciativas que nacieron en las calles, en las plazas públicas, en nuestras comunidades y en los barrios.

Propuestas que buscan atender y van en varios sentidos: Para combatir la corrupción, promover la participación ciudadana, para reformar el Poder Judicial, en materia de seguridad, de movilidad, de garantizar el acceso al agua, de mejorar los servicios de salud, de eliminar la violencia hacia las mujeres y las brechas de desigualdad; cambios a la Ley de Obra Pública y al Código Urbano, a fin de promover la transparencia, la rendición de cuentas y el uso de tecnologías de la información y comunicación, así como de la municipalización de algunas regiones de nuestro estado.

Suscribimos proyectos a favor de garantizar los derechos de las personas con discapacidad, de las niñas, niños y adolescentes de nuestro estado.

En contraste, es de lamentar que la mayoría de nuestras propuestas han chocado contra un muro de intereses. Hay que decirlo con claridad, no se le puede llamar democracia a un secuestro legislativo por una minoría representada por el PAN.

Seguimos siendo testigos de un bloqueo y abuso sistemático derivado de un régimen prevaleciente y dirigido por quienes no quieren que nada cambie, con una modificación a la Ley Orgánica que hicieron al vapor y por miedo al cambio, al término de la anterior Legislatura.

Tan solo el 22% de nuestras iniciativas han sido dictaminadas, mientras que el 78% de los proyectos, que reflejan las necesidades más profundas de la ciudadanía, han quedado estancadas en las comisiones.

El PAN, junto a sus aliados, han hecho de la Secretaría de Servicios Parlamentarios una dependencia con claros intereses partidistas y de la cual hemos pedido y pedimos nuevamente su remoción inmediata.

Gracias a la inoperancia de este órgano, existe una parálisis legislativa, originada en un juego de poder, un ajedrez político, en el que la única pieza sacrificada ha sido el pueblo de Queretano.

La dinámica de este Congreso se ha encaminado a darle prioridad a los asuntos del Ejecutivo y a asuntos sin relevancia, que terminan siendo meras cortinas de humo para evadir las realidades complejas de los queretanos. En ello, se desviven en orillar a este Poder Legislativo a seguir siendo tratado como una oficialía de partes del pasado, no aceptan que esto ya cambió y que es el pueblo el que marca una nueva ruta.

La falta de acuerdos y diálogos a los que alude el PAN, son provocados por ellos mismos; rehúyen al debate, les aburre y les estorba la crítica, pero lo que más les incomoda, es perder el control legislativo y los privilegios que se han otorgado.

Morena no quiere privilegios ni favores, lo que exigimos es que nos permitan cumplir con la tarea que el pueblo de Querétaro nos ha encomendado. Pues la consecuencia de este hecho es el reproche popular. Hemos vuelto a las colonias, escuchando en cada recorrido que las y los queretanos no sienten a este Congreso como suyo, porque aquí adentro, con frecuencia, se habla un lenguaje ajeno a sus problemas. En estos muros sólo retumban las diferencias y las opiniones particulares.

Hoy Morena reafirma, con la frente en alto, que seguiremos insistiendo, presentando iniciativas progresistas, defendiéndolas y apoyando cada propuesta que ponga al centro, el interés de las y los queretanos.

La verdadera fuerza de la transformación no nace en este recinto, nace en la calle, donde las personas luchan todos los días por salir adelante.

Desde esta tribuna, volvemos a hacer un llamado congruente y firme a quienes mantienen el control de este Congreso: No simulen más, permitan el diálogo real y la construcción de acuerdos de cara a la gente.

Al pueblo de Querétaro les decimos que no pierdan la fe, la política es del pueblo y para el pueblo. La Legislatura no es un club privado, exijan un Congreso transparente, que rinda cuentas y los represente con dignidad.

El hartazgo ciudadano tiene límites, el 2024 es prueba de ello. Las tragedias que viven los ciudadanos todos los días, no podemos atenderlas con frivolidades. De ninguna forma podemos permitirnos que esa tradición de lucha y dignidad se diluya en un mar de intereses particulares.

Querétaro merece un Congreso a la altura de las circunstancias y de su gente. En Morena no descansaremos hasta lograrlo, pues para nosotros es un honor servir al pueblo de Querétaro y de México.

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