En una de las reuniones ciudadanas más significativas del año, habitantes de más de diez comunidades de Santa Rosa Jáuregui se congregaron este viernes en el salón Las Palmas de la comunidad de Palo Alto para exigir justicia social, autonomía y el reconocimiento de su territorio como municipio libre. La asamblea fue encabezada por el diputado local Ulises Gómez de la Rosa y el senador y presidente de la Cámara de Senadores, Gerardo Fernández Noroña.
Durante el evento, los representantes populares escucharon las demandas de los vecinos provenientes de comunidades como La Palma, La Versolilla, La Gotera, Jofre, Jofrito, La Solana y San Pedro Mártir, quienes expresaron su hartazgo por el abandono institucional. “Aquí está el epicentro de la organización comunitaria de Santa Rosa Jáuregui. Esta tierra ha demostrado que con unidad y lucha se pueden arrancar derechos, no pedirlos”, sostuvo el diputado Ulises Gómez.
El legislador denunció el abandono histórico de Santa Rosa Jáuregui por parte de los gobiernos municipal y estatal, señalando que esta delegación representa el 53% del territorio de la capital queretana y, sin embargo, recibe una mínima inversión en infraestructura y servicios. “Generamos más de mil quinientos millones de pesos al año, tenemos 44 comunidades, 6 universidades, 3 parques industriales, pero lo que recibimos son migajas”, criticó Gómez de la Rosa, al recordar las batallas vecinales por obras básicas como drenaje, agua potable y carreteras, como la recientemente conseguida en La Palma tras décadas de solicitudes ignoradas.
Por su parte, el senador Gerardo Fernández Noroña respaldó de forma contundente la demanda de municipalización, recordando que Santa Rosa Jáuregui fue alguna vez municipio y tiene todo para volver a serlo.
“Se lo quitaron, y hoy tiene todo para volver a serlo. Este pueblo no sólo exige, se organiza. Aquí se respira lucha y dignidad”, afirmó Noroña, quien fue recibido con aplausos y porras por los asistentes. En su intervención, el senador también abordó temas nacionales, como la elección popular de jueces, la lucha contra el racismo, la misoginia y la corrupción. Hizo un llamado a la unidad dentro del movimiento de transformación social, destacando que “el poder se debe usar para servir, no para enriquecerse. Lo que no haga el pueblo por sí mismo, no lo hará nadie”.
Ambos legisladores coincidieron en que Santa Rosa Jáuregui no puede seguir siendo el “traspatio invisible” de Querétaro. La marginación presupuestaria, la falta de servicios y la indiferencia oficial, afirmaron, son formas de violencia institucional que deben terminar. La asamblea concluyó con un firme llamado a mantener la organización comunitaria, a defender el territorio y a prepararse para la construcción de un futuro donde Santa Rosa Jáuregui recupere su carácter de municipio libre, con autonomía política, justicia hídrica y participación ciudadana real.
